La ética del Antiguo Testamento (6) [The ethics of the Old Testament (6)]

Abstract

"Este quinto mandamiento hace un puente entre los deberes para con Dios y la responsabilidad para con el prójimo. En este sentido, notemos Levítico 19.13: “Hablo Jehová a Moisés, diciendo: Habla a toda la congregación de los hijos de Israel, y diles: Santos seréis, porque santo soy yo Jehová vuestro Dios. Cada uno temerá a su madre y a su padre, y mis días de reposo guardaréis. Yo Jehová vuestro Dios.” Nótese que después de la relación con Dios, que es santo, viene la santidad de la familia. Los padres son los representantes de Dios en la tierra, entonces deben ser honrados y “temidos”. Así como el que blasfema el nombre de Dios debe ser apedreado (Lv. 24.16), también el que maldice a su padre o a su madre debe ser apedreado (Lv. 20.9). La familia es santa porque fue instituida por Dios (Gn. 1.28; 2.23-24) y constituye la base de la sociedad y del pueblo de Dios. La familia no es sólo una etapa de la evolución humana, ni un derivado de la observación sicoanalítica, ni algo que resultó del culto de la fertilidad, como algunos piensan. Según la Biblia, es una institución de Dios y la norma para una existencia humana significativa. Tanto el quinto mandamiento como el séptimo (no adulterarás) intentan guardar la santidad de la familia."