Abstract
Es necesario distinguir entre útil, cosa y obra de arte. Lo que nos circunda en la óptica de un "para" apunta al conjunto de los útiles. La cosa es aquello de lo que se habla. Aunque las relaciones entre útil y cosa son estrechas, es posible hablar de las cosas que nos circundan desde perspectivas que no se reducen a la óptica del "para". Una cosa no se reduce a ser para algo. Una obra tiene un tipo de presencia singular; ella no está ahí sino para aquellos que, por su lado, están expresamente abiertos a ella. El origen de la obra de arte es la verdad. Ésta no tiene que entenderse como la adecuación de lo que nosotros decimos a lo que es en realidad. Heidegger invita a escuchar el nombre griego de la verdad -alétheia. Ἀλήθεια [alétheia] hace reparar en el alfa privativa y el tema que deriva del verbo λανθάνω (lantháno): escapar.Date
2016-11-01Identifier
oai:scielo:S0718-43602016000100002https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-43602016000100002