Del castigo corporal al buen encauzamiento de las conductas en la educación
Abstract
Considerando que el campo educativo es un ámbito privilegiado para estudiar el ejercicio del poder, el artículo analiza la manera cómo opera el poder disciplinar -que se ejerce sobre los cuerpos de los individuos y destinados a vigilarlos, controlarlos y adiestrarlos con el objeto de hacerlos dóciles y útiles- y el biopoder -que se ejerce en el cuerpo colectivo de la población y se alimenta de los saberes que se engendran a partir de la propia población-. Y la manera como estas formas de poder en el campo educativo monocultural fue cuestionada y sismada por la educación intercultural bilingüe: primero, porque la institucionalidad intercultural emerge en oposición a la educación hegemónica y como una bandera de lucha política, epistémica del movimiento indígena ecuatoriano. Segundo, porque se constituye en la insurrección y retorno de saber sometido. Aunque la educación intercultural bilingüe, en ocasiones también continúa reproduciendo las mismas formas de constitución de sujetos a través de un determinado número de prácticas de saber-poder.Date
2017-04-01Type
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oai:doaj.org/article:e8a52874fa4945bb9e01aafe237f4eb910.17163/alt.v12n1.2017.09
1390-325X
1390-8642
https://doaj.org/article/e8a52874fa4945bb9e01aafe237f4eb9