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http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=34300714Abstract
El ascenso de George W. Bush a la presidencia carece de un verdadero precedente en la historia de los Estados Unidos. Es cierto que en tres elecciones previas (1824, 1876 y 1888) ocurrió que un candidato ganara el voto popular y el otro el voto electoral, pero ésa no fue la característica definitoria de este elección. La más insigne de las tres elecciones discutibles anteriores fue la de 1876, durante la cual los políticos profesionales de los dos partidos principales intentaron llevar a cabo un acuerdo tras bambalinas, que diera la espalda al voto popular. Pero sólo una de las elecciones presidenciales anteriores se caracterizó por la manipulación y la intimidación, por intervenciones abiertamente sesgadas de parte de funcionarios del Estado y de la Corte, por la privación de los derechos de los africano-americanos, y por el enérgico mensaje de que después de la elección no habría paz si ganaba el bando equivocado. Esa fue la elección de 1860, que precipitó la Guerra Civil.Date
2002Type
Artículo científicoIdentifier
oai:redalyc.org:34300714http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=34300714